QUE DICE LA GENTE DE TI.

Alguna vez te ha pasado que se han acercado personas a ti diciéndote una opinión de los que otros piensan de ti, es posible que esa conversación no fue tan amena o quizás sí. En el caminar de esta vida nos encontraremos con personas que te van a señalar, juzgar o formar un concepto no muy alentador de tu vida. Puede ser que estos estén equivocados o es posible que se formaron dicho concepto porque alguien habló mal de ti o porque te vieron actitudes no muy buenas frente a ellos.  Estos panoramas ya pueden ser positivos o negativos, pero nos ayudan a crecer como seres humanos o poder corregir ser mejores en este pasar.

Si hiciéramos una encuesta con nuestros amigos o familiares sobre lo que piensan de ti o de mí, a lo mejor tendríamos comentarios positivos y no digamos negativos y te aseguro que nos preocuparíamos, quizá hasta perder el sueño porque humanamente nos  entristecemos  cuando llegan a nuestros oídos frases no muy gratas que no las quisiéramos escuchar y nos afanamos en escuchar aquellas voces negativas que quizá tenga la razón o quizá no, y te va doler mas cuando estas voces vienen de personas que amas y que están en tu circulo diario y que nuca tuvieron el valor de decirte frente a ti lo que miran en ti, sino que fueron usados para ponerte en mal con los demás, a esto yo le podría llamar ¨fraude¨ oh! ¿Si, sabes por qué? Porque cuando te sientes rodeado de personas que aparentemente te aman y no te hacen saber tus debilidades y las comparten con otros en este momento fuiste victima ante los demás.  

Yo quiero darte un secreto que en mi vida me ha funcionado y es lo que me hace ser fuerte, en vez te estar escuchando a los demás por que no nos dedicamos en conocer ¿Qué dice Dios de ti? Por que al fin y al cabo la opinión de los demás te ayudara a conocer quiénes son los que te rodean y te formaras un concepto también de ellos y a autoevaluarte que cosas buenas y que cosas malas estas haciendo para que otros se impresionen de ti. ¿Qué dice Dios de ti? Esta debe ser la pregunta que debemos hacernos a diario, porque a veces pasa que por mas que seas una persona con buen corazón siempre habrá alguien que te pondrá en mal con los demás, jamás opines o formes un concepto de alguien cuando ni tan siquiera le conoces, lastimosamente esta es nuestra gran debilidad que creemos todo los que nos dicen y mas de fuentes que aparentemente son influyentes.

Nunca voy olvidar un consejo de un gran amigo que quiero mucho a quien omitiré el nombre y me dijo lo siguiente: ¨ Si usted lloró al escuchar lo que sus oídos no quisieron escuchar, entonces es porque tocaron aquellas áreas que aun no estaban formadas y era la parte débil de una guerrera¨ al escuchar este consejo medité, cuánta razón había. Hay personas que, aunque uno no quiera que sean tomadas para herirte, son escogidas para cumplir un plan ya sea de bien o para mal. Entendí que cada vez que alguien se levante en mi contra, para señalarme, juzgarme o formar un concepto no muy agradable es un escalón más de mi formación para seguir mejorando en aquello que se nos imposibilita de hacerlo por nuestra propia cuenta, sino que tiene que haber un puente por donde pasar.

Ah, pero usted podría decirme, ¿Reinita y si me juzgan sin tener la razón? - Me ha pasado muchas veces, pero lo hermoso de esto es que te conoces quien eres y como esta tu corazón. Te invito a que mires tu corazón y te juzgues a ti mismo, porque si tu corazón esta bien y haces las cosas bien no habrá voces que golpeen tu vida y lo mas importante agrada a Dios ante todo para que tu vida sea de completa paz. Si alguna vez has pasado por alguna circunstancia de estas, cuida mucho tu corazón; medita, mejora en aquellas áreas que los demás quisieran verte mejor y sobre todo dedica tu vida a Dios quien es el autor y perfeccionador de este barro.

En alguna ocasión Jesús por pasó por esta situación y lo encontramos en la escritura Mateo 16:13-16

Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.  Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

Recuerda esto nuestra identidad no la define el hombre sino Cristo.

Bendiciones……

ReynaS